Muchas veces nos detenemos a pensar las cosas que nos hacían felices cuando éramos pequeños y teníamos la edad de nuestros hijos. Recordemos que no hacía falta mucho dinero, videojuegos o Smartphone para sacarnos una carcajada o un buen rato de felicidad con nuestros padres. Nuestra generación se divertía por tenernos unos a otros más que poseer cosas, solo teníamos muchas ganas de salir fuera y jugar con nuestros hermanos o amigos.
En esta publicación hablaremos un poco sobre los momentos de calidad que nuestros hijos merecen tener con nosotros.
HOY ES LA INFANCIA QUE NUESTROS HIJOS RECORDARÁN
1 Leer para ellos
Es algo maravilloso leer con un niño. Existe magia cuando se lee a un pequeño, los libros crean mundos donde los pequeños forman una parte importante. No importa la edad que tengan siempre es necesario que nos escuchen leer para ellos, creando lazos especiales y momentos que recordaran para siempre.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
Mis padres siempre leían para mí.
2 Escucharlos
Los factores cotidianos nos hacen repetir constantemente “Dame un segundo”, la realidad es que ese segundo no dura un segundo, ni un minuto y en ocasiones ese segundo nunca llega. Hay ocasiones que cuando estamos listos para escuchar a nuestros hijos ellos han olvidado que nos querían decir.
Reflexionemos un segundo a pensar y darnos cuenta de que a los pequeños les cuesta trabajo transmitir un pensamiento o una idea por pensar que no es importante o no es una prioridad para nosotros.
La clave para escuchar es detenernos.
En lugar de decirle a nuestros hijos «esperar un segundo», debemos detener lo que estamos haciendo y que nos “espere un segundo”. Pensemos que: El televisor se va a molestar, la computadora no va a olvidar que estamos haciendo, no te perderás nada en Facebook, pero ¿nuestros hijos?
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
Mis padres siempre escuchaba lo que tenía que decir.
3 Abrazarlos
La cosa es que no importa cuán pequeño o grande que somos a veces todos necesitamos un abrazo.
Cada niño es diferente, algunos de ellos dan la bienvenida con un gran abrazo, algunos de ellos tienen más que suficiente con uno pequeño. La parte importante es no perder el tiempo cuando se necesita afecto.
Ahora que uno de mis hijos se acerca a la adolescencia Ofrezco abrazos de una manera diferente. En lugar de decir ¿Necesita un abrazo?, digo que necesito un abrazo.
Los abrazos son un símbolo no sólo de amor, sino de tranquilidad, felicidad y protección.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
Mis padres siempre sabían cuando necesitaba un abrazo.
4 Tener tradiciones familiares
Para muchos una de tradiciones de familia es la noche de película. Digamos que la noche de viernes es un buen momento para esta clase de actividades. Tenemos la oportunidad de hacer palomitas de maíz, comemos algunas golosinas y todo el mundo se dispone a ver una película juntos en familia.
Es más que una película de verdad. Este es un momento de convivir juntos de reír, de crear una tradición, compartir la cama el sillón, compartir mantas, reír juntos, ser una familia y estar juntos durante esas dos horas, no se puede compartir el mismo espacio pero podemos compartir la misma memoria.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
En mi familia siempre hicimos esto y aquello!
5 Comparte una comida
Así como nosotros atesoramos cuando éramos pequeños y nos sentábamos en la mesa a cenar con nuestros padres, del mismo modo debemos atesorar el tiempo que tenemos con nuestros pequeños y obsequiarles ese momento intimo en familia. Ese pequeño espacio en que se comparten lo sucedido en la escuela o en con los amigos, es donde nos damos cuenta de que es lo que pasa por su mente y cómo podemos apoyarlos (no solucionar).
Es normal que no tengamos el tiempo que queremos porque nuestros horarios no coinciden a causa del trabajo, escuela, etc. Pero podemos hacer que la cena sea convierta en ese momento, la idea es sentarnos en la mesa con ellos como familia y escucharnos unos a otros, podemos hablar, planificar, descansar, comer y hasta trabajar juntos limpiando la mesa y lavando los trastes.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
En mi familia comimos juntos!
6 Tú eres mi favorito
Recordemos cuando de pequeños éramos el o la favorito de nuestros padres. Lo fuimos a 10 años y lo seremos a los 35.
No deberíamos tener un hijo o una hija favorita entre nuestros niños,
pero podemos decir que tenemos un hijo favorito de 5 otro favorito de 7 y otro favorito de 10 y sentirnos honrados de llamarlos “Mis hijos”.
Creo que es súper importante que cada niño se sienta especial en una forma individual.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
En mi familia éramos favoritos de nuestros padres!
7 Celebra
Cada niño es diferente. Sus logros serán diferentes. Algunos de ellos a los 6 años pueden leer mejor que otro a los 9 años. Algunos de ellos serán grandes en los deportes, mientras que algún otro parece tener alergia a una pelota. Algunos de ellos serán estudiantes de honor, mientras que algunos otros pueden necesitar tutoría adicional.
Sin embargo, cada niño comparte una cualidad común, todos ellos necesitan sentir que tienen éxito, no importa cuán diferente es el logro, la celebración debe ser igual.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
Mi padre cree en mí, eran mis mayores fans y siempre me dijeron lo orgullosos que estaban de mí.
8 A jugar
Los niños tienen almas juguetonas naturalmente. Debemos proporcionarles un ambiente donde la familia se involucre en los juegos y puedan divertirse juntos, esto no es una opción, esto es una necesidad. Encuentra algo que puedan hacer en familia, juegos de mesa, pesca, camping, salir al parque cotidianamente, practicar algún deporte, ciclismo, ver películas, cualquier actividad que proporciona un tiempo de diversión en familia unirá a nuestros hijos al tiempo que eso momentos nunca los olvidará.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
En mi familia pasamos tiempo juntos, nos divertimos juntos, jugamos juntos.
9 ¡RECUERDE!
¡Sí… yo he estado allí y he hecho eso!
Nuestras vidas infantiles están hechas de pequeños momentos. Esos momentos muchas veces se refuerzan con los acontecimientos
Asambleas de la escuela, los cumpleaños, los ensayos, competencias deportivas, conferencias de padres y maestros. Esos momentos son especiales para ellos sobre todo porque se sienten y creen que son especiales para nosotros.
Cuando recordamos esos momentos, cuando nos presentamos, cuando tomamos con orgullo esas fotos y las emociones que conllevan, cuando nuestros hijos ven que recordamos, parecen nunca olvidar.
Vamos a dar a nuestros hijos el don de crecer diciendo…
Mis padres siempre estaban allí para mí.
10 AMARLOS
Yo podría estar escribiendo hasta mañana, pero creo que voy a terminar con esta simple palabra: AMOR
Mi abuelo me dijo una vez que el amor está hecho de amor. Era un hombre muy sabio.
Ahora he crecido y sé lo que quería decir. No podemos decir que amamos a alguien y luego los ignoramos. No podemos decir que amamos a alguien y luego los descuidamos.
Cuando amamos lo decimos.
Cuando amamos lo mostramos.
Cuando amamos construimos los que nos rodean, no destruirlos.
Cuando amamos ofrecemos orientación y consuelo positivo en lugar de críticas crueles y devoción falsa.
Cuando amamos a un niño, construimos su carácter, deseamos y esperamos lo mejor.
Les hacemos sentir único, que les ayudamos a descubrir su potencial infinito, nosotros los guiamos, les enseñamos y aprendemos de ellos.
Les damos las gracias, oramos por ellos, porque el amor está hecho de AMOR.
En conclusión…
Los recuerdos no son gratis, sin embargo no cuestan dinero, sino tiempo y eso es lo que los hace tan valiosos.
Podemos construirlos alrededor de los momentos más simples.
Está en nosotros hacer que cada momento cuente, sin importar nuestras circunstancias, nuestro pasado, o lo mucho o lo poco que tenemos, podemos crear un lugar llamado hogar
cuando todo niño tiene derecho a una hermosa infancia.
Así que imaginemos un momento y creemos una memoria feliz.